
La tradición del tinto Colombiano y su evolución
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¿Qué es un tinto?
En el lenguaje colombiano, un tinto es un café negro, sin leche, generalmente servido en una taza pequeña o vasito plástico. Tradicionalmente es fuerte, económico y muy presente en oficinas, casas y plazas de mercado.
El tinto de la calle: rápido, accesible, tradicional
Durante décadas, el tinto fue el café “a la mano”: servido por vendedores ambulantes o en cafeterías de barrio. Era sencillo, muchas veces de baja calidad, pero tenía algo especial: cercanía y calidez.
Con el tiempo, el tinto se convirtió en un ritual cotidiano. Era ese café que compartías con los amigos del trabajo durante una pausa, el que te ofrecían en la tienda sin que tuvieras que pedirlo, o el que acompañaba las conversaciones largas y llenas de cariño con la abuela. Más que una bebida, era un gesto de cercanía.
La evolución: del tinto popular al café de origen
Con el tiempo, Colombia empezó a redescubrir su propio café. Surgió el interés por los cafés de origen, los métodos de preparación, las notas de sabor. Así, el tinto también empezó a transformarse.
Hoy, hablar de tinto puede significar algo muy distinto a lo que conocíamos antes: un café filtrado de origen, suave y balanceado, preparado con métodos como V60 o prensa francesa. Ya no se sirve en un vasito plástico, sino en una taza de cerámica y con intención. Proviene de fincas sostenibles, de pequeños productores que cultivan con cuidado, y de una nueva generación de consumidores que valoran el sabor, el proceso y el origen.